Niños/as en guerra


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Hoy queremos rendir aquí un pequeño homenaje y hacer un recordatorio sobre el destino cruel y trágico que vive la infancia de muchos pueblos, arrasados por una guerra que ni comprenden ni aceptan. Aunque una de las frases lapidarias de Adorno que más han circulado dice que, después de Auschwitz (Gaza en la actualidad), no se pueden escribir poemas, el ser humano necesita de la belleza para soportar el horror.  El primero ejemplo es un poema mío reciente, sobre los niños y niñas gazatíes titulado:

Infancias rotas



Ahora mismo, jueves derramado,

en medio de esta noche,

en este despertar a contraluz,

siento que algo se me derrumba

en este gran cero universal de la infamia.

¿Qué importa el tiempo

cuando la vida cruje?

¿De qué valen lágrimas

si la derrota – llanto y fiebre-,

se adueña de estos infantes y sus cantos de sirena?


De nuevo resuena el grito de las horas,

esas horas que siempre llegan tarde

masacrando sin piedad ciudades enteras,

mientras al fondo sólo queda una

polvorienta muñeca de trapo, abandonada.


En estos sótanos no hay nada.

Ni una minúscula luz

dándole luz a los sótanos de Gaza.

Estos niños y sus migajas de salud,

huyen a caballo del invierno, pisoteadas galaxias,

llenos de interrogantes y con un futuro sin trazas de futuro.

La guerra los arroja en fosas abrasadas,

y parecen hermosas constelaciones inocentes

que estallan en nuestros cómodos oídos,

ignorando el dolor cósmico de estas familias palestinas.



Miro la luz y se enciende la noche.

¿Será la noche la luz de los que no comprenden nada,

de los que aúllan entre ruinas su propia miseria inhumana ?



Ahora ya, viernes implacable,

la ruina es total. Los muertos crecen y

descubro que el odio es mayor que la piedad,

que estos ángeles siguen derramando su sangre,

mientras los asesinos de hiel

deberían agonizar antes de haber nacido.

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😥  😰 🤦‍♂️ 🤦‍♀️ 😥  😥

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La segunda muestra es un bello pero terrible poema sobre las víctimas más indefensas en cualquier guerra, de la muerte injusta y terrible de esas criaturas que hoy mueren por doquier en Gaza, bombardeada por el sionismo israelí. Fue escrito en 2014, pero está plenamente vigente por desgracia, y refleja la indiferencia occidental ante una tragedia como ésta. Juan Diego Botto y Olga Rodríguez leyeron este poema de Santiago Alba Rico sobre el genocidio que Israel estaba cometiendo en Gaza, con la guitarra de Nacho Vegas acompañando. La miseria moral de Occidente castiga a los niños palestinos difuntos y anónimos en este poema titulado:

Los dueños de todas las listas


Pasad uno por uno, niños muertos,

que os vamos a compadecer


Coro: que os vamos a compadecer

niños muertos

habichuelas de aire rojo

sombras gigantes

en la tierra sin hierba.



Pasad, venid, escuchad vuestros nombres:


Oh James, nombre de príncipe, asesinado a los 7 años

el 13 de enero de 2012 en Sacramento California

por un chiflado que quería salir en la televisión

benditos sean, James, tus patines de ruedas

en el armario cerrado

y tu guante de beisbol

en el cajón del garaje

malditas sean las cuerdas y los puñales

y los hombres que siegan las viñas de luz

tus padres, James, no distinguen el agua del fuego

el mundo, James, ha perdido un color.


Coro: benditos sean tus patines de ruedas, James

malditos sean los hombres malditos y sus pinchos de hierro

lloremos a los niños muertos

agujeritos celestes

Pasad, niños muertos, escuchad vuestros nombres:




Oh Margarita, nombre de flor, violada y degollada a los 11 años

en Salta, Argentina, el 20 de mayo de 2013

por un vendedor de relojes

bendito sea, Margarita, tu vestido de fiesta

en la percha olvidada

y tu poster de Shakira

en la pared de tu cuarto

malditas sean las manos sin alma

y los hombres que tronchan las antorchas en flor

tu amigo Juan, Margarita, no distingue el regaliz de la fresa

al mundo, Margarita, le ha salido un hueco en la sien.


Coro: bendito sea tu vestido de fiesta, Margarita

malditos sean los hombres malditos y sus garfios de acero

lloremos a los niños muertos

guisantes del árbol del sol

Pasad, niños muertos, escuchad vuestros nombres:



Oh, Nicola, nombre de pájaro, quemado vivo a los 3 años

el 20 de enero de 2014 en Calabria Italia

por la mafia y sus esbirros sin dios

bendita sea, Nicola, tu peonza amarilla

en el aparador de la abuela

y tu coche de plástico

en el desván polvoriento

malditas sean las venas sin sangre

y los hombres que ahogan la voz del gorrión

tus abuelos, Nicola, no distinguen el negro del blanco

al mundo, Nicola, se le ha caído un botón.


Coro: bendita sea tu peonza amarilla, Nicola

y malditos los hombres malditos y sus uñas de mugre

lloremos a los niños muertos

moras del bosque y dientes de león

pasad, niños muertos, escuchad vuestros nombres
:


Oh, Gabriel, nombre de ángel, tiroteado a los 6 años

el 19 de marzo de 2012 en la escuela judía de Toulouse Francia

por un terrorista fanático que cabalgaba una moto

bendito sea, Gabriel, tu disfraz de vaquero

en la caja del cuarto de juegos

y tu bici con marchas

en la esquina del patio

malditas sean las armas y el satán que las carga

y los hombres que rasgan las plumas del viento

tus hermanos, Gabriel, no distinguen un lagarto de un grillo

el mundo, Gabriel, tiene una mancha en el ojo.


Coro: bendita sea tu bici con marchas, Gabriel

y malditos los hombres malditos y sus colmillos de sangre

lloremos a los niños muertos

lentejas de olor

pasad, niños muertos, escuchad vuestros nombres
:


Oh, niño, quién eres, no estás en la lista

no tienes nombre ni parientes ni juguetes

las heridas que traes no son tuyas

Coro: no estás en la lista, quién eres

¿de dónde has sacado todas las heridas?


Nombradme, señores compasivos

dueños de todas las listas

Me llamo Mohamed Oraif y fui asesinado a los 10 años

el miércoles 9 de julio de 2014 en Gaza Palestina

por aviones que arrojaban racimos de muerte

me sigue mi hermano Eyad, doce años,

y Siraj, ocho años, y Bassem, de nueve, y Hussein, de trece

y Yasmin y Miriam y Ramadan y Sahar y Nour y Ghalia

y Anas y Amal y Qusai

y -mirad hacia atrás- cientos y cientos de niños

niños palestinos con cubos de sangre

con sacos de heridas

sin brazos ni piernas ni dientes

tronchados por uñas de mugre

por pinchos de hierro

por hombres malditos sin dioses ni venas.


No estás en las listas, pequeño

No existes, no sangras, no lloras.


Coro: no estás en las listas

no sentimos nada
.


Nombradme, señores compasivos

dueños de todas las listas

mi madre preparaba el mejor pan con zatar del Próximo Oriente

-con zumaque, ajedrea y orégano-

y me cantaba de noche la canción de Leila y Majnoun

Ahora no puede distinguir el comino del sésamo.

Mi tío Redwan tenía un gran bigote de morsa

y una barca de madera con nombre de chica.

Ahora no sabe distinguir la miel de la sal.

Mis primos Ahmed y Yahia me dejaban jugar

con su teléfono móvil y me enseñaron a silbar con los dedos.

Ahora no pueden distinguir la cal de los versos.


No estás en las listas, chaval

no reías, no cantabas, no soñabas.

Coro: no estás en la lista

no podemos llorar
.


Bendecid mis juguetes, señores compasivos

dueños de todas las listas

bendecid mis canicas

mi peonza de punta de clavo

la bici oxidada que me llevaba a la escuela

mis fotos de Fayrouz y del Che

la pistola de plástico

con la que resucitaba a mi hermano Eyad

el yo-yó rojo y el balón del Barça

que me trajo Yahia de Egipto

Bendecid mi juguetes

señores compasivos

entre los escombros de mi casa molida

por un misil israelí.

Bendecid mis juguetes

maldecid a mis verdugos.


No estás en la lista, no puedes pasar

venid James, Margarita, Nicola, Gabriel

venid con vuestros nombres de príncipe, de pájaro, de ángel, de flor.

¡Malditos hombres malditos con sus uñas de mugre!

Vosotros, palestinos, tendréis que esperar.


Cambiad de nombre, palestinos,

cambiad de patria, de bando, de dios,

y la próxima vez que os matemos

os dejaremos ser niños.


Coro: cambiad, palestinos, de nombre

de patria, de bando, de dios

y la próxima vez que muráis

podréis ser habichuelas, guisantes

antorchas en flor

un hueco en el mundo

un color perdido

y lloraremos todos

lloraremos todos

como si fuerais yanquis

como si fuerais italianos

como si fuerais franceses

como si fuerais humanos.




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